«Nunca cambies»

¿Cuántas veces no le decimos a nuestros amigos desde pequeños: nunca cambies!. Recuerdo que mis dedicatorias para tod@s mis amig@s desde pequeña venían acompañadas de este gran  “te amo, nunca cambies». Y aunque logro entender que todo este deseo viene desde una buena intención, es necesario que sigamos conversando y nos preparemos para comenzar a desearle a nuestros amigos y familiares la dicha del cambio, la dicha de la transformación, de la alquimia.

A lo largo de nuestras vidas todos tenemos que pasar por circunstancias devastadoras, pérdidas, muerte, a veces enfermedades, etc. Situaciones de las que nadie se salva, pero que vaya que transforman. 

Por otra parte cuando somos capaces de vivir esta transformación, somos capaces de entender que estamos vivos, que todo lo que está vivo se mueve y por lo tanto cambia, se transforma. Y este cambio tiene sentido, no es algo que debemos rechazar, es algo que se convierte en una herramienta poderosa que nos ayuda a gozar la vida para satisfacer las necesidades de los tiempos que llegan.

Es cierto que muchas veces el cambio llega sin invitación, sin aviso previo, de un sacudón! Y esto generalmente pasa cuando la comodidad y la confianza de lo que será la vida lo hemos escrito en piedra. Y nos resistimos, y nos endurecemos, y nos apretamos las muelas al dormir. Porque no queremos cambiar, porque no queremos que nos saquen de nuestra comodidad-rutina-camino asegurado, etc. 

Sin embargo querid@s amig@s, a la vida le importa poco si tu quieres cambiar o no, la vida te ama, pero necesita que tu te muevas para ella poder seguir siendo la vida, animada y nómada por naturaleza. Lo bueno es que la vida no te movió o te tropezó para pelear contigo, te movió para que acojas el destino hacia dónde te llevará ese cambio, para que aprendas, para que viajes, para que seas el fenix más hermoso.

En ese viaje de puro fuego que quema cuando estás en el proceso de transformación, crearás conciencia, crearás disciplina, y te relacionarás con el maestro sanador llamado tiempo. Y ahora, querid@s mí@s, ahora que ya eres consciente, la próxima vez que la vida te esté empujando hacia una dirección a dónde no quieres ir, la tomarás por sorpresa y le dirás: alto ahí, y comenzarás tu camino.

Finalmente, ¿pensaste que la vida se quedó sorprendida? No, la vida te dará un aplauso, te mirará con amor y sonreirá. Pues ahora eres agente de cambio de tu propia vida.

Entonces la próxima vez que veas a un/a amig@ cambiar, alégrate por la oportunidad que tiene de liberarse del destino del karma y de poder comenzar de nuevo. Alégrate de sus alas y de sus nuevos colores, de su libertad y su autenticidad, porque es su alma la que amas, su verdad.

Y cambia!!!