Arte

El yoga me ha enseñado a fluir, ligera cómo una pluma y a ser fuerte y estable cómo la montaña más grande. Me ha enseñado cómo todo se conecta maravillosamente y cómo cada ser humano cumple un papel importante en el mundo. He visto personas reír, llorar, sanar, gritar y volver a la vida después y durante una clase de yoga (me incluyo).

Y es que esta disciplina tiene el super poder de recordarte que es LO QUE REALMENTE ERES. Te trae de vuelta de la distracción del mundo exterior y te hace una cita con tu espíritu.

Más que darte un concepto de que es el yoga, quiero invitarte a que lo experimentes por ti mism@ en una clase. Intenta hacer un esfuerzo y presta atención a cómo ocurre el yoga para ti.

Tal vez el yoga ocurre cuando estás sentad@ ahí, en tu postura de meditación, en silencio completamente rendid@ ante tu respiración, escuchando, sintiendo, percibiendo tu vibración y la vibración del universo. Quizás ocurre para ti cuando estás consciente de que utilizas segmentos de tu cuerpo y músculos que trabajan en conjunto para que puedas realizar algún movimiento o alguna postura. Entonces comienzas a ser consciente de que hay algo más debajo de tu piel que necesita ser cuidado, que se mueve, se estira.

O quizá para ti el verdadero significado está en combinar todo lo que experimentas y llegas a la conclusión de que el yoga ocurre cuando hay vida y cuando hay ganas de vivirla.

¿Qué te quiero decir con esto?

Qué seguramente habrás escuchado muchas cosas sobre que es el yoga, pero lo que realmente quiero decirte es que el yoga es lo que tu quieras y permitas que sea. Es algo íntimo, un proceso único, es el efecto que tiene en ti, es cómo te relacionas y reaccionas con tu entorno y los vaivenes de la vida, y sobretodo es la relación que tienes contigo mism@.